EL HECHO DE SER HIJO ÚNICO

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Los hijos únicos traen consigo una forma diferente de ver la vida y su ámbito social se vuelve terrible con el pasar de los años, tanto para los padres como para ellos mismos. Los padres son catalogados prácticamente como egoístas por no querer tener más niños. Y los comentarios inadecuados no se hacen esperar: "Le hace falta un hermano/a"  "Está muy solito/a" "Tienes que tener la parejita" "Cuando seas viejo/a va a ser muy pesado para él/ella, cuidarte" "Seguro que toda tu atención está puesta en tu hijo único", "No tiene con quién jugar" entre otros comentarios absurdos que nos han hecho llevar la bolita y esa alianza en verlo, como la supuesta felicidad o si fuera sencillo mantenerlos.

Los niños, por su parte, son catalogados como mimados, caprichosos y consentidos, aunque depende mucho de la educación, formación y manera de crecer. La gente no tarda tampoco en hacer comentarios fuera de lugar: "A ti seguro se te da todo" "Seguramente no sabes hacer nada" "No se te castiga" "Sin duda se te mima en exceso". por la forma en la que se comporta alrededor y con los demás. Los más osados, apelan al síndrome del Emperador para definir a los chicos que no tienen hermanos. Lo concreto, es que si una persona o pareja, tiene un solo hijo, no es problema de nadie más que de ellos en pareja. 

Pueden haber varios motivos por los que su marcador se haya quedado en: A lo mejor ya lo decidieron antes de casarse, les ha costado mucho tener un hijo, también pueda que quieran ahorrar, lo mejor es la familia monoparental u otros motivos que no son de incumbencia de nadie más pero les encanta participar por así decirlo por ser parte de la familia. Es bueno siempre tener presente una cosa: los hijos no son 'únicos', ni 'dobles', ni 'triples', simplemente son hijos, personitas que sienten y logran ver lo que hacen para poder seguir.

Muchas personas, a pesar de tener un solo hijo, lo crían con cariño, disciplina y motivación, esos niños son igualmente solidarios, empáticos, trabajadores y serviciales, que cualquier otro que haya sido criado con hermanos pero también conocen esa parte mala que creen que no se ve, ellos sienten diferente y cuando llega un nuevo integrante sale su celo. Así también se conocen niños que sí tienen hermanos, y sin embargo no conocen nada de generosidad, ni de disciplina, ni de servicio a los otros, es una variable. La crianza se funde en el ejemplo de los padres, ahí se encuentra la clave. No la cantidad de hermanos que el niño tenga. Aprendamos a guardar comentarios, respeto y eliminar prejuicios sobre la cantidad de hijos que tiene una pareja y de la cantidad de hermanos que tiene una persona.


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