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 Yo tengo una amiga y puedo presumir que es mi AMIGA desde la prepa que me ha enseñado como es la vida y que no importa ¿Quién seas? Vienes a este mundo a dejar huella, a vivir y disfrutar lo que tienes. He podido ver en el transcurso de mi vida que tanto las personas con capacidades especiales y la sociedad tratan de unirse, es muy raro encontrarnos con amistades así porque actualmente nos preocupamos más por nuestra reputación que por tener un amigo que te puede cambiar un modo de sentir y ver la vida.

La quincena pasada hablamos sobre cómo es la amistad y ahora se nos prendió más el foco para platicar de las diferentes amistades pero aquellas que guardan mucho cariño en nuestro corazón, de personas con capacidades especiales; en lo personal me puedo considerar uno de tantos dichosos que ha tenido la suerte de conocer a personas con talentos distintos y es muy padre llevarse con gente que te cambia la perspectiva del mundo, hace mucho me dijo una amiga con síndrome de Down: "Para mi es otra cosa, yo creo que las personas que están bien; me refiero a su salud, son los diferentes, nosotros no somos los que tienen la discapacidad, yo los veo como algunos me han visto." También no puedes olvidar que muchas personas tienen accidentes y pueden quedar con alguna crisis tanto mental y física.

Aquí en México casi no se habla de la "discapacidad" ni el trato que se tiene con la gente que llevan ciertos limites, sin mencionar que no se han metido a sensibilizar a la gente, sólo se habla de más y ni hay practica. A lo largo de la historia humana, la invalidez, en sus diversas manifestaciones ha sido objeto de discriminación. Como bien lo señala, Ramón Puig de la Bellacasa "El problema de las personas con deficiencias podría decirse que no ha sido la falta de integración, sino precisamente el exceso de integración".

Obvio no vas obligar a las personas o exigirles que tengan contacto, cuando sabes que lo hacen a la fuerza y no porque les nace, dado que el mismo hombre se siente perfecto ante los demás de su clase y que no debe de haber ese tipo de personas, si hablamos desde color de piel y sus limites mentales, puesto que los demás siempre tuvieron su sitio marcado, y cuando el individuo e incluso, los individuos o los grupos fueron consiguiendo mayor grado de autonomía, de autodeterminación y de movilidad social, de poder, ellos siguieron conservando el puesto asignado, la plaza permanente entre los atípicos y la gente distinta, la doble marginación, motivos que no deben de existir pero aun los hay y es algo muy latente en los grupos sociales.

La verdad es complicado para cualquiera de nosotros establecer lazos, bien dice Nilda Pulceiro en una publicación: El aprendizaje de la convivencia y de la solidaridad, son experiencias imborrables que preparan a las personas para generar una sociedad que se preocupa por el bienestar y la felicidad de todos. El inventario diario que debemos realizar sobre cuáles son las habilidades, talentos o capacidades especiales de los otros, comienza desde uno mismo. Es menester una apertura hacia el cambio y la mejora personal, esto rige en todas las etapas de la vida. Desde la tercera y cuarta edad, los abuelos somos testigos de esa importante urgencia. Desde cierta etapa de la vida, al observar lo pasado, y comparar con los eventos presentes y con el futuro que se desea alcanzar, se descubre que desde todas las generaciones que conviven, surgen respuestas afectuosas, de apoyo y acompañamiento de los miembros más vulnerables. Ese acompañamiento requiere que sea realizado con conocimiento y sentimientos positivos. Sin mucho por decir la amistad se puede comprar y le llagaríamos a un precio pero no se trata de adquirir ese tipo de cinismo, porque en primera uno se degrada como ser humano y las amistades no se valen por las cosas materiales, su reputación y que tan inteligentes son, al final se distinguen por la grandeza de sus ideas.