Ahora quiero brindar no por el año que se va, porque entre tantas bajas y altas seguimos en el mundo, tratando de comprender parte de la vida, envuelta en decepciones, enseñanzas y una que otra tormenta que van apareciendo en el camino par saber moldearnos a nuestro gusto.
He aprendido a quererme, a valorarme más. Esta noche brindaré por el destino de un año que sigue en una incognita pero de eso se trata de seguir resolvieindo todo cómo si fuera lo desconocido, pues sacó de algunos lugares, lo que no pertenecía, se encargó de quitarme la venda de los ojos para poder alejarme de ciertas personas que staban robando la energía en lugar de sumarme paz.
Quiero hacer un brindis por todas y cada una de mis versiones anteriores porque sin ellas no sería la persona que alcanzas a percibir, esas que fueron, murieron con el paso del tiempo, pero que hoy son parte importante de lo que he ido realizando. No tengo reclamos, ni siquiera por los ríos de lágrimas que derramé, el año estuvo lleno de cambios, tanto en lo emocional como en lo mental, y me terminé transformando en una persona más empática respecto al dolor ajeno, los duelos, la ansiedad y todos esos pesares que nos atacan de vez en cuando.
Brindo queridos amigos, por todas esas personas que por un momento pensaron que no lo lograrían, por aquellas que tuvieron más dudas que certezas, que en medio de tanto caos, sacaron las fuerzas necesarias para seguir enfrentando sus propias batallas internas.Y por último, brindo por esa nueva versión que está a punto de florecer: más fuerte, más sabía y consciente de que a pesar de todos los tragos amargos que vendrán, jamás debo de renunciar a mí, nunca separarnos de la felicidad y vivir al máximo.