Siempre a la primera, te va nublar su postura, te preguntaras de su paradero por curiosear, ella, debería estar bordando nubes en el aro, y haciendo aire de veleta a sus flores. Aparenta lo que puedes ver, más no sentir en piel, por ciclos, han cautivado sus modales, espera, no es un mueble de aparador,, se ha ido convirtiendo en favorita del lugar, de quincenas y remedios al danzar, así como tú quieres volver por su antídoto. Te lo dije, sorprende su estigma, quisieras ver cómo hornea una concha, ponerle palomas a los enamorados, contar cuentos y arropar a sus ovejas. Lamento decirte que no va a hacer así, suena a un engaño pero aquí quiere retoñar, en la rítmica de una comparsa, en lo claro del tambor y tacones preparados para un trote más.