Una tarde Dios daba vueltas, pensando la solución a un problema, cuando el ángel Azrael llego a interrumpirlo abruptamente.
-Mi señor ¿Qué tiene? Lo noto muy alterado
-Hay Azrry, los humanos otra vez, el día que Adán y Eva se les ocurrió tomar esa manzana, echaron a perder todo mi plan, todo mi hermoso plan tirado a la basura, yo tenía que castigarlos, no podía dejar que el resto de la creación pensará que tengo favoritismos, los leones nunca me dan problemas, los lobos, ni siquiera, los elefantes; siempre tienen que ser los humanos, yo los castigue les dije que tenían que ganarse el pan con el sudor de su frente y así lo han hecho, saben trabajar, pero no aprenden a convivir en paz, sólo se dedican a trabajar y no saben divertirse.
- Ya se mi señor, si bajo con mi espada de fuego y les doy un castigo ejemplar.
- No seas salvaje Azrry, todo lo quieres arreglar con tu espada de fuego, no todo se soluciona con castigos y violencia, debe de haber alguna forma de enseñarles a convivir, a aprender, incluso a relajarse.
- ¿Si los dejamos treinta años en el desierto?
- ¿Cómo se te ocurre? Luego voy a tener que estarles llevando tortas todos los días, no hay nada de comer ahí y todavía no inventan los tacos al pastor.
- ¿Los que..?
- Nada un gran invento que existirá en unos miles de años, imagínate van a querer que les llueva pan del cielo y eso es muy agotador, no, necesito educarlos, no traumarlos, ya ves lo que paso con Caín y Abel, si los presiono demasiado se ponen agresivos y eso nunca es bueno.
Azrael salió de la habitación dejando a Dios más preocupado de lo que estaba antes de su llegada. Los días siguientes dios se dedicó a pasear por el mundo estudiando a todos los animales y su comportamiento, de pronto al ver a los lobos, tuvo una brillante idea, algo que solucionaría todos sus problemas, sin tener que hacer uso de la violencia. En un parpadeo los siglos pasaron y los humanos eran felices y convivían en paz "al menos por un tiempo" asombrado por el progreso de los humanos Azrael fue a visitar a su amado líder y maestro y con gran curiosidad le pregunto:
-Maestro no puedo creerlo ¿Cómo logro que los humanos mejoraran tanto?
- Muy fácil Azrry, en vez de castigarlos les di un regalo, tal vez el más grande que les he dado, les di un tiempo, una época entre que nacen y se empiezan a convertir en adultos, en la que solo tienen que aprender y divertirse, un tiempo para conocerse y convivir en familia, donde podrán imaginar y asombrarse con cada día que pasa.
- ¿Y cómo llama a este invento suyo?
"Bien dicen: cuando éramos felices y no lo sabíamos"