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En un cuarto de interrogatorio dos hombres discuten acaloradamente.

-¿Entonces usted niega los crímenes que se le imputan?
-Claro que lo niego, yo no he cometido ningún crimen.
-¿Entonces cómo llama a lo que usted hizo?
-Yo lo llamo arte, pero entiendo su confusión, su falsa moralidad e
ignorancia no le permiten apreciar mi arte.
-¡Usted asesino a esos hombres! ¿Eso qué tiene que ver con el
arte?
-En primera yo no asesine a nadie, les di el regalo más maravilloso
de todos, ellos y sus familias deberían estar orgullosos de que al
fin de di sentido a sus mediocres vidas.
-¿Y que regalo puede ser ese?
-Les di la inmortalidad, esos hombres iban a morir de todas
formas.
-¿En qué se vasa para decir eso? Ninguno de ellos estaba enfermo.
-Usted me da la razón, su ignorancia raya en lo molesto, yo dije
que iban a morir, jamás dije que por enfermedad, nadie es eterno
poli.
- Es Sargento García, Aunque le cueste trabajo.
- Muy bien Señor aunque le cueste trabajo, ellos estaban en el
negocio de la muerte.
-Muy bien Señor Gracioso, ¿Qué negocio seria ese?
-Lo que usted equivocadamente llama fiesta brava, y usted puede
llamarme Matador, igual que la prensa y todo el mundo.
-¡Usted va a darme su verdadero nombre y todos sus datos! No lo
llamare por ese ridículo apodo suyo que mancha una de las más
grandes tradiciones de este país.

- Una vez mas, su ignorancia es desgastante, la fiesta brava no es
tradición de este país, la fiesta brava viene de España y no le daré
ningún dato que pueda comprometerme hasta que mi abogado no
esté presente.
-¿Sabe usted cuantas familias dependen de la tauromaquia?
-Ni la mitad de familias que viven del negocio de la droga y eso no
la legaliza, según el gobierno la forma de acabar con el
narcotráfico es legalizar la droga, bueno dejé de llamar crimen a lo
que yo hice, empiécelo a llamarlo por su nombre correcto que es
arte y todos nos iremos más temprano a casa.
-¿Me cree estúpido? ¿ Cree que saldrá tan fácilmente de esta?
Usted secuestro y asesino a siete de los mejores toreros que tiene
este país.
-Le repito que yo no asesine a nadie, usted se guía por los dibujos
animados, ¿en verdad cree que al toro le emociona la idea de ir a
la plaza a que lo torturen hasta matarlo? Claro que los secuestre si
les hubiera dicho lo que pensaba hacerles no hubieran aceptado
venir por las buenas conmigo y a pesar de eso les explique que
tenían la "posibilidad de salvarse" privilegio del que no gozan los
toros.
Inesperadamente un tercer hombre entra por la puerta al tiempo
que dice.
-Sr Matador puede irse y le suplico por favor nos perdone por
cualquier molestia que podamos haberle causado, Sargento García
por favor quítele las esposas al señor.
El sargento obedece y deja salir al acusado por la puerta, furioso
golpea la mesa al tiempo que le grita a su superior.

-¿¡Pero Señor va a dejarlo ir así!?
-¡García! No se le olvide cuál es su lugar aquí, solo puedo decir que
la orden vino de arriba, en este país no hay culpables ni inocentes,
solo ricos y pobres, y el pago bastante por su libertad.