ILIDIOS - POESÍA

ERILIGODERF

 Adolezco de fútiles cariños
unos con otros ayuntados.

Bebo no sin ternura mi taza de café. Conservo
retratos azarosos y animales domésticos.
Me absorben los rumores de la calle,
los muros blancos al amanecer,
la lluvia, los jardines públicos.

Mapas antiguos, mapas nuevos, llenan mi casa.

La música mas frívola complace mis oídos.

Inumerables, leves,
como la cabellera de los astros,
giran en torno a mi destino minucias y misterios.

Red que la vida me lanza;
píelago seductor entre cuyo paisaje voy sembrándome.

UN NUEVO GIRO
HACIA OTRO HORIZONTE
 

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