Baywatch: Regresan los guardianes de la bahía

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Si en un examen alguna vez te preguntan el antónimo de "televisión de prestigio", la respuesta es Baywatch. La serie, transmitida por NBC en los noventa y sindicada de manera casi universal, dejó un rico legado de seguridad para motos acuáticas, moda en trajes de neopreno y concienciación sobre el uso de protector solar.

Se extraña a Mitch, pero esta entretenida esta pelicula.

- Beatriz Rivera -

En otras noticias, Paramount estrenó una película llamada Gurdianes de la bahía, protagonizada por Dwayne Johnson, la Roca, en el papel del galán de playa que creó David Hasselhoff.

La película, dirigida por Seth Gordon (Identity Thief, Horrible Bosses), se puede ver desde distintas perspectivas, sobre todo la abdominal, pectoral y glútea. Si los torsos y los traseros no son lo suyo, también se pueden estudiar otros aspectos de la anatomía humana. Los brazos y las piernas, por ejemplo. A pesar de que hay hectáreas de carne a la vista, la mayoría bastante bien formada, hay muy poca desnudez real y nada de sexo.

Sin embargo, presenciarán algunas bromas visuales burdas y sugestivas, además de una escena demasiado larga en una morgue que trata sobre los genitales de un hombre muerto. Esas partes, junto con las coloridas groserías del guion (escrito por Damian Shannon y Mark Swift), muestran los cambios superficiales realizados a la película para asegurar una clasificación C, que en este momento es una marca de credibilidad en el mundo de las comedias de pantalla grande.

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Pero no se confundan: el ADN fundamental del programa permanece intacto. Guardianes de la bahía es una película pícara que podrá ser disfrutada por toda la familia, es una trama ridícula y sincera, tan tonta como una caja de arena. Es un helado cremoso. Papas fritas onduladas. Sarpullido y un carro veloz. Es vulgar, falsa, desagradable y medio divertida.

Sin embargo, no todo son olas, arena y deleites visuales. Mitch Buchannon (Johnson) es el gurú y patriarca del equipo de salvavidas, una "familia", como ahora se hacen llamar todos los grupos de esta época de rápidos y furiosos. Los otros miembros principales son C. J. (Kelly Rohrbach) y Stephanie (Ilfenesh Hadera). Ellas deben supervisar a los tres aprendices de salvavidas: Summer (Alexandra Daddario), Ronnie (Jon Bass) y Matt (Zac Efron, quien extrañamente parece un Hasselhoff joven y musculoso pero bajito).

Matt es un campeón olímpico de natación que ha caído en desgracia, un chico malo que necesita reformarse. Ronnie es un gordito inadaptado con grandes habilidades para la computación y está perdidamente enamorado de C. J. Summers, quien pareciera que solo aparece para que Matt se la coma con los ojos y coquetee con ella, lo que demuestra el fracaso de los guionistas para lograr que una mujer en traje de baño sea interesante.

A Efron y Johnson se les permite ser graciosos y verse bien en sus bañadores. Las mujeres solo corren vestidas con sus trajes de baño de una pieza con cremallera para socorrer a los demás. Priyanka Chopra casi es la excepción, pues no aparece en traje de baño, sino en una sucesión de vestidos que quieren mostrar que es una supervillana, junto con su ronroneo al hablar, sus musculosos ayudantes y su colección de copas de champaña y martini. Su personaje, Victoria Leeds, es narcotraficante y aspira a ser una magnate de los bienes raíces, y por lo tanto amenaza a la bahía con sus intrigas. Y las únicas personas con la integridad, iniciativa y habilidades de investigación suficientes para salvar ese lugar son Mitch y sus salvavidas.

Cualquier persona que esté pensando en comprar un boleto para esta película arriesga mucho menos. Guardianes de la bahía tiene la actuación más verosímil de Johnson desde que estuvo en The Tooth Fairy, pertenece al subgénero de franquicias como 21 Jump Street o Ride Along. La banda sonora se mueve bastante bien, con clásicos de hip hop, R&B y rock que no son demasiado obvios. El humor es astuto y pícaro sin arriesgarse a ofender a nadie. Y presenta un cierto estilo autorreferencial inclusivo: no se necesita conocer la tradición de "Baywatch" para entender los chistes. Además, aparecen algunos comediantes (Hannibal Buress, Yahya Abdul-Matteen II) en papeles pequeños.

No se debe esperar una gran experiencia cinematográfica. Los efectos digitales —principalmente fuego y agua— son mediocres. Y todo se ve como un parque temático de segunda clase: descuidado y oscuro. Menos los cuerpos que, en realidad, son lo único que vale la pena ver.



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